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Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.) filósofo griego considerado como uno de los pensadores más influyentes de la historia occidental. Sus ideas abarcaron una amplia gama de temas, incluyendo la lógica, la física, la metafísica, la ética, la política, la estética y la biología.

Aristóteles fue uno de los grandes pensadores clásicos. Su influencia ha dejado una huella profunda en el pensamiento humano y la cultura actual. Un legado que continúa siendo relevante en una amplia gama de áreas, desde la filosofía y la ciencia hasta la educación y la política.

Pero ¿qué habría pensando Aristóteles sobre la inteligencia artificial? ¿Habría equiparado el gran filósofo la moderna IA con la inteligencia humana? ¿Es posible relacionar los nuevos desarrollos tecnológicos de la IA con las ideas clásicas sobre la inteligencia de Aristóteles?

Para Aristóteles, la inteligencia no se limita a la capacidad de procesar información o resolver problemas. Es una facultad que nos permite comprender la realidad, discernir lo verdadero de lo falso y actuar de acuerdo con la razón.

Esta visión holística de la inteligencia se basa en la idea del nous, un término griego que se puede traducir como «intelecto», «mente» o «razón». La inteligencia humana, o «nous», es una facultad que nos permite:

  • Abstraer: Extraer lo universal de lo particular, lo que nos permite formular conceptos y desarrollar conocimiento.
  • Razonar: Utilizar la lógica para llegar a conclusiones válidas a partir de premisas.
  • Juzgar: Distinguir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto.
  • Contemplar: Buscar la verdad y la comprensión por sí mismas.
Inteligencia Artifical
IA interactuando con seres humanos. Imagen creada por DALL-E

Analogías con la IA:

  • Comprender la realidad: El nous nos permite captar la esencia de las cosas, discernir lo verdadero de lo falso y formular conceptos. La IA, a través del aprendizaje automático y el análisis de datos, también puede llegar a comprender patrones y generar conocimiento.
  • Discernir lo verdadero de lo falso: El nous nos permite distinguir entre la verdad y la falsedad, lo que es esencial para la toma de decisiones racionales. La IA, mediante algoritmos y modelos probabilísticos, puede evaluar la verosimilitud de información y ayudar a evitar sesgos, pero debemos entrenarla para que esto suceda.
  • Actuar de acuerdo con la razón: El nous nos permite guiar nuestras acciones hacia fines específicos, utilizando la lógica y la prudencia. La IA, al ser programada con objetivos y reglas, puede ejecutar tareas de forma eficiente y automatizada.

¿Podemos a partir de estos conceptos establecer una comparación entre la inteligencia humana y la IA?

Los conceptos de Aristóteles sobre la inteligencia pueden ayudarnos a comprender mejor la naturaleza de la IA y sus implicaciones. Aunque existen diferencias significativas entre la inteligencia humana y la IA, la perspectiva aristotélica nos ofrece un marco para reflexionar sobre las similitudes y explorar las posibilidades de la IA de forma responsable y ética.

Nous como software: El nous aristotélico podría verse como un análogo del software de IA. El software, al igual que el nous, es capaz de procesar información y generar resultados.

Alma como hardware: El alma aristotélica, que da forma al cuerpo y le permite realizar funciones vitales, podría compararse con el hardware de IA. El hardware, al igual que el alma, proporciona la base física para el funcionamiento de la inteligencia.

Causa final: La «causa final» aristotélica, que es el propósito o la razón de ser de algo, podría ser análoga a los objetivos de la IA. La Inteligencia Artificial, al igual que las acciones humanas según Aristóteles, se dirige hacia un fin determinado.

Abstracción: El nous tiene la capacidad de abstraer lo universal de lo particular, lo que permite la formación de conceptos y el conocimiento científico. La IA, mediante el aprendizaje profundo, también puede identificar patrones abstractos en grandes conjuntos de datos.

Lenguaje: El lenguaje es una herramienta fundamental para el pensamiento humano, permitiendo la comunicación y el intercambio de ideas. La IA, a través del procesamiento del lenguaje natural, puede comprender y generar lenguaje, abriendo nuevas posibilidades de interacción.

Creatividad: La creatividad humana no se limita a la lógica y la razón, sino que también involucra la imaginación y la intuición. La IA, aunque aún está lejos de alcanzar la creatividad humana, puede ser utilizada para generar nuevas ideas y explorar posibilidades.

El papel de la educación: La educación juega un papel crucial en el desarrollo de la inteligencia humana. La IA también requiere de «entrenamiento» para aprender y mejorar.

La búsqueda de la verdad: La búsqueda de la verdad y la comprensión de la realidad son objetivos centrales del nous. La IA también puede ser utilizada para explorar y descubrir nuevos conocimientos.

Lo que nos enseña Aristóteles sobre Inteligencia Artifical
Aristóteles y la Inteligencia Artificial. Imagen creada por DALL-E

Sin embargo, es obvio que existen diferencias significativas entre la inteligencia humana y la IA, y esto es precísamente lo que nos hace mirar al futuro con ilusión de que los humanos controlarán la IA y la usarán para generar progreso.

Diferencias significativas entre la IA y la inteligencia humana

La creatividad y la intuición

La inteligencia humana no se limita a la lógica y el razonamiento. La creatividad, la intuición y la capacidad de captar lo particular son aspectos esenciales del nous que no se encuentran en la IA actual.

La encarnación

La inteligencia humana está profundamente ligada al cuerpo y a la experiencia sensorial. La IA, por otro lado, es un fenómeno incorpóreo que no está sujeto a las mismas limitaciones.

La ética y la moral

La inteligencia humana está sujeta a la responsabilidad moral. La IA, sin embargo, carece de la capacidad de discernimiento moral, y por eso requiere de una cuidadosa atención a las cuestiones éticas.

Las emociones humanas: Un factor ausente en la IA

Las emociones humanas, como la alegría, la tristeza, la ira o el miedo, son una parte integral de nuestra experiencia. Influyen en nuestras decisiones, relaciones y comportamiento. Sin embargo, la IA, al menos en su estado actual, no posee la capacidad de experimentar emociones.

Esta falta de emociones en la IA presenta algunas limitaciones. La IA puede tener dificultades para comprender las necesidades y motivaciones humanas, lo que puede afectar su capacidad para interactuar con las personas de manera natural y empática.

Además, la ausencia de emociones puede impedir que la IA desarrolle ciertos tipos de inteligencia, como la inteligencia social o la inteligencia emocional. Estas inteligencias son esenciales para comprender las relaciones sociales, las normas y las emociones de los demás.

A pesar de estas limitaciones, la IA tiene un gran potencial para mejorar nuestras vidas. En el futuro, la IA podría usarse para desarrollar herramientas que nos ayuden a manejar nuestras emociones de manera más efectiva, o para crear experiencias personalizadas que se adapten a nuestro estado emocional.

La pregunta de si la IA podrá alcanzar la inteligencia emocional es una cuestión que aún está abierta a debate.

¿Qué habría pensado el gran filósofo griego sobre la Inteligencia Artificial?

Está claro que la IA tiene el potencial de mejorar nuestras vidas en muchos aspectos, pero también plantea desafíos que debemos abordar de manera responsable. La perspectiva aristotélica puede ayudarnos a navegar por este nuevo terreno de manera reflexiva y ética en la enorme tarea de crear un futuro conectado y sostenible.

No sabemos qué pensamientos se habrían generado en Aristóteles el chatear con Chat GPT o al crear una imagen de la nada con DALL-E, como las que ilustran este texto. Tampoco sabemos si habría cambiado su concepción del mundo o incluso las enseñanzas transmitidas a Alejandro Magno. Lo que sí podemos hacer es tener en cuenta sus ideas, que por mucho tiempo que pasen siguen siendo de gran relevancia y profundidad, para llevar de alguna manera los grandes conceptos que nos dejó Aristóteles a la era digital, meditar sobre ello pausadamente y tomar decisiones para que los futuros desarrollos, productos y servicios que utilicen esta tecnología se enfoquen siempre a la mejora de la vida de las personas.

Porque eso es, al fin y al cabo, lo que se ha de buscar con el progreso y la innovación. ¿No os parece?

Gracia Sánchez del Real

Gracia Sánchez del Real lleva en el mundo de la tecnología y los negocios digitales más de 25 años y participa en varias compañías. Impulsora del Humanismo Digital, es presidenta de Digitaliza. Sociedad Española para el Impulso de la Economía y la Ciudadanía Digital. Actualmente es CEO de INFINITY GROUP, consultora de negocio y marketing digital, medios y tecnología e-learning, e INFINITY CAPITAL, asesoría financiera e inversión para empresas y startups. Es presidenta de WOMAN LEADER en España y consejera en varias startups. Temas que suele tratar: #humanismodigital #elearning #womenintech #womenleaders #digitaltrends #digitalculture #digitaltransformation #digitalintelligence

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