La inteligencia digital es un concepto emergente que abarca un conjunto de habilidades, competencias y comportamientos que permiten a las personas desenvolverse de manera efectiva y segura en el entorno digital. En la era de la información, donde la tecnología digital influye en casi todos los aspectos de nuestras vidas, desarrollar la inteligencia digital se ha convertido en una necesidad esencial y vital para todos los individuos que conviven en la sociedad digital.
La psicóloga y profesora del MIT Sherry Turkle explora de manera muy interesante en su libro cómo la tecnología afecta nuestras relaciones y la importancia de la dar más peso a la inteligencia emocional en la era digital «Alone Together: Why We Expect More from Technology and Less from Each Other». (No he encontrado este libro en español, la traducción sería algo así como: Juntos pero solos. Por qué esperamos más de la tecnología y menos los unos de los otros). Esta autora argumenta que a medida que la tecnología avanza, nuestras vidas emocionales disminuyen y que en el momento actual existe una clara tendencia hacia un tipo de relaciones más frías entre nuestros amigos, nuestras familias y nuestras personas queridas, provocado por el uso de tecnología y redes sociales. ¿Has revisado por ejemplo a cuántos buenos amigos has felicitado por su cumpleaños simplemente con una frase y una imagen en el último año? ¿Usar los grupos de familia para intercambiar mensajes ha mermado o sustituido otras comunicaciones? ¿Os llamáis a comer por whasapp en la casa? Está claro que la forma en que nos comportamos está cambiando y es necesario por ello analizar qué comportamientos son buenos y cuales no lo son tanto.
Por su parte Manuel Castells ya auspiciaba allá por los años 2.000 que la sociedad del conocimiento sería un nuevo paradigma tecnológico y que «Internet es la combinación de cuatro culturas que se apoyan mutuamente: la cultura universitaria de investigación, la cultura hacker de la pasión de crear, la cultura contracultural de inventar nuevas formas sociales y la cultura empresarial de hacer dinero a través de la innovación. Y todas ellas, con un común denominador: la cultura de la libertad.»
Lo que ocurre es que toda esta tromba espectacular de creación, de innovación y de crecimiento en torno a la información y a la conexión en red que ha favorecido la creación de nuestra actual sociedad, y que es la base de la sociedad del futuro con la irrupción de la Inteligencia Artificial, del Big Data y de otras tecnologías emergentes que cambiarán todo, ahora requiere de reflexión y de cuidado para que todo esa creación y libertad no se convierta en un enorme campo de minas digital. Por eso el concepto de la inteligencia artificial es cada vez más importante para todos los que convivimos en esta sociedad digital y, sobre todo a mi modo de ver, para menores. Los niños y adolescentes, que son los «Nativos Digitales»
¿Qué es la Inteligencia Digital?
La inteligencia digital se refiere a la capacidad de una persona para utilizar la tecnología digital de manera efectiva y ética, comprendiendo tanto los beneficios como los riesgos asociados. Implica un conjunto de competencias que permiten a los individuos no solo interactuar con la tecnología de manera segura, sino también utilizarla para el crecimiento personal y profesional.
Cathy O’Neil analiza en detalle los riesgos de los algoritmos y el big data, subrayando la necesidad de una comprensión crítica de los sistemas digitales y su impacto en la sociedad en su libro «Armas de destrucción matemática. Cómo el BIG DATA aumenta la desigualdad y amenza la democracia» (En inglés: «Weapons of Math Destruction: How Big Data Increases Inequality and Threatens Democracy»)
La inteligencia digital se puede desglosar en varias áreas clave, como se muestra en el gráfico:
- Identidad Digital: Se refiere a la comprensión y gestión de nuestra presencia on-line, incluyendo el emprendimiento digital y la co-creación digital.
- Derechos Digitales: Involucra el conocimiento de los derechos de libertad de expresión, intimidad y propiedad intelectual en el entorno digital.
- Alfabetización Digital: Comprende el pensamiento computacional, la creación de contenido y el desarrollo del pensamiento crítico.
- Comunicación Digital: Incluye la colaboración y comunicación en línea, así como la gestión de nuestra huella digital.
- Inteligencia Emocional Digital: Enfocada en la conciencia social y emocional, la regulación y la empatía en contextos digitales.
- Prevención Digital: Abarca la seguridad móvil, la seguridad en Internet y la protección de contraseñas.
- Seguridad Digital: Se centra en los riesgos de interactuar con desconocidos y los peligros asociados al comportamiento en línea.
- Uso Digital: Trata sobre la participación comunitaria y la gestión del tiempo frente a la pantalla.
Importancia de la Inteligencia Digital
Desarrollar la inteligencia digital es crucial por varias razones:
Seguridad Personal y Privacidad: La capacidad de proteger nuestra información personal y mantener nuestra privacidad en entornos digitales es fundamental. La inteligencia digital nos ayuda a comprender cómo proteger nuestros datos, reconocer amenazas potenciales y tomar medidas preventivas para evitar riesgos como el robo de identidad y el ciber fraude.
Pensamiento Crítico y Alfabetización Mediática: En un mundo donde la información está al alcance de un clic, es esencial poder discernir entre fuentes confiables y no confiables. La alfabetización digital y el pensamiento crítico nos capacitan para evaluar la veracidad de la información, reconocer noticias falsas y comprender el impacto de los medios digitales en nuestras percepciones y decisiones.
Habilidades de Comunicación y Colaboración: La comunicación digital efectiva es clave en el entorno profesional y personal. La inteligencia digital nos enseña a utilizar diversas herramientas de comunicación en línea, colaborar de manera eficiente en proyectos digitales y mantener una presencia profesional en plataformas como por ejemplo LinkedIn.
Desarrollo Profesional y Emprendimiento: Las competencias digitales son cada vez más demandadas en el mercado laboral. La capacidad de manejar herramientas tecnológicas, crear contenido y participar en la economía digital abre nuevas oportunidades de empleo y emprendimiento. La inteligencia digital fomenta el desarrollo de habilidades que son esenciales para el éxito en la economía moderna.
Responsabilidad Social y Ética Digital: La conciencia sobre nuestros derechos y responsabilidades en el entorno digital nos convierte en ciudadanos digitales responsables. Esto incluye respetar los derechos de los demás, actuar éticamente en nuestras interacciones en la red y contribuir a un entorno digital seguro y positivo.
Inteligencia Emocional y Bienestar Digital: La gestión de nuestras emociones y relaciones en el ámbito digital es tan importante como en el mundo físico. La inteligencia emocional digital nos ayuda a manejar el estrés, la ansiedad y otros desafíos emocionales asociados con el uso de la tecnología. Además, nos enseña a empatizar con los demás y a mantener interacciones saludables en línea.
Uso Saludable de la Tecnología: La gestión del tiempo frente a la pantalla y la participación en la comunidad digital son aspectos cruciales para el bienestar. La inteligencia digital promueve un uso equilibrado de la tecnología, evitando el uso excesivo y promoviendo actividades que contribuyan al desarrollo personal y social.
La Importancia de la Responsabilidad y la Ética Digital
En un momento en que las redes sociales y el acceso a contenidos inmediatos (y no siempre adecuados según qué edades) están al orden del día, por lo que inculcar valores de responsabilidad y ética digital se ha vuelto especialmente importante. La facilidad con la que los jóvenes y niños pueden acceder a información no adecuada para su edad plantea riesgos significativos que necesitan ser gestionados con prudencia y conciencia.
Protección de los Más Vulnerables: La capacidad de acceder a contenido inapropiado o dañino puede tener efectos perjudiciales en el desarrollo emocional y psicológico de los más jóvenes. No somos realmente conscientes de la cantidad de basura digital y contenidos no adecuados para su edad que consumen nuestros menores. Inculcar valores de responsabilidad digital ayuda a los jóvenes a entender los riesgos y a navegar el espacio digital de manera más segura. La educación en ciberseguridad es esencial para enseñarles cómo proteger su información personal y evitar interacciones peligrosas.
Promoción de una Cultura Ética en Digital: Fomentar una cultura de respeto y ética en el entorno digital es crucial para prevenir el ciberacoso y otros comportamientos nocivos. Enseñar a los usuarios a interactuar con empatía y respeto puede ayudar a crear un entorno digital más positivo y seguro. La ética digital también implica ser conscientes del impacto de nuestras acciones en los demás y actuar con integridad. No todo vale en Internet.
Fortalecimiento de la Comunidad Digital: La responsabilidad digital no solo se trata de protegernos a nosotros mismos, sino también de contribuir al bienestar de la comunidad digital en su conjunto. Esto incluye denunciar contenidos inapropiados, apoyar a aquellos que puedan estar en riesgo y promover prácticas seguras y éticas en nuestras redes e interacciones digitales.
Gerd Leonhard en su obra «Tecnología versus Humanidad: El futuro choque entre hombre y máquina»(Versión en inglés: «Technology vs. Humanity: The Coming Clash Between Man and Machine») explora los cambios exponenciales que abruman nuestras sociedades en la relación entre tecnología y humanidad, y hace especial énfasis en la necesidad de un enfoque ético y responsable en el uso de tecnologías digitales y se pregunta ¿Cómo podemos acoger la tecnología sin convertirnos en ella? ¿Qué valores morales estaríamos dispuestos a defender, antes de que lo que significa ser humano cambie para siempre?
Para mi el concepto de inteligencia digital en este escenario es un conjunto de habilidades esenciales en la sociedad actual, donde la tecnología influye profundamente en nuestras vidas diarias y cada vez vemos cómo se diluye la línea entre lo real y lo falso, lo bueno y lo perverso.
Desarrollar esta inteligencia, enseñarla y promulgarla nos permite no solo protegernos y utilizar la tecnología de manera eficiente, sino también contribuir positivamente a la comunidad digital y a su desarrollo futuro. Al entender y aplicar los principios de la inteligencia digital, somos capaces de entender y navegar el mundo digital con confianza, seguridad y responsabilidad, convirtiéndonos en ciudadanos y ciudadanas digitales competentes y éticos. Inculcar a los menores, los futuros líderes digitales, estos valores de responsabilidad y ética digital, junto con una sólida educación en ciberseguridad, es fundamental para proteger a los más vulnerables y construir una comunidad digital más segura y ética para hoy y para el mañana que, no nos engañemos, será completamente diferente a lo que hoy conocemos.